Tratándose de una filmografía tan sobresaliente, las escenas míticas se cuentan por decenas. Sin embargo, nos es imposible ponerlas todas, por lo que hemos seleccionado algunas de las más icónicas (con mención especial para el prólogo de Malditos Bastardos o el último enfrentamiento entre Django y Stephen, que se han quedado fuera del top final). Estas son las mejores escenas de la filmografía de Quentin Tarantino.
10. Enzo Gorlomi, Antonio Margheritti y Dominic Decocco contra Hans Landa (Malditos Bastardos)
Hasta en los momentos más tensos, Tarantino es capaz de hacer reir al espectador aunque sea de forma incómoda. Sabes que todo va a ir mal, que Landa es perfectamente consciente de que esos hombres no son cineastas italianos, y que probablemente el plan se va a ir al traste, pero eso no evita el disfrute que supone escuchar a los tres Bastardos (y más concretamente a Brad Pitt) intentando imitar el acento italiano.
9. La Novia conoce a Hattori Hanzo (Kill Bill Vol. 1)
https://www.youtube.com/watch?v=t_RbTdXZ1Lo
En aquel momento, Beatrix Kiddo no era consciente de dónde se estaba metiendo. Acababa de recuperar la consciencia después de cinco años en coma, y lo único que tenía claro en ese momento era que quería encontrar y matar a los culpables de la masacre donde lo perdió todo. Sin dudarlo, se embarcó en un viaje a Japón donde encontró a Hattori Hanzo. En una genial secuencia en japonés, Hanzo accede a fabricarle la katana pese a estar retirado, sólo porque es consciente de quién es el objetivo de Kiddo: Bill.
8. Sharon Tate se ve a sí misma en el cine (Érase una vez en Hollywood)
En medio de una película que es un homenaje en sí misma, Tarantino se toma su tiempo para presentar la figura de Sharon Tate, una joven actriz recordada por el atroz crimen que acabó con su vida. Tarantino nos enseña momentos sueltos de su vida, completamente ajena al mundo de los mortales y sus problemas, disfrutando, viviendo. Todo ello lo corona con una escena preciosa, en la que visita un cine donde proyectan una película en la que sale. Allí, vemos a Sharon (Margot Robbie) viéndose en pantalla (donde, a diferencia de otras escenas de la película en la que se recrean películas reales, está la verdadera Tate), más pendiente de comprobar si los espectadores disfrutan con la película que de la película en sí.
7. Shosanna se prepara para la batalla (Malditos Bastardos)
La escena que da inicio al último capítulo de Malditos Bastardos, en el que Shossana finalmente pone en marcha su atrevido plan. Un vestido rojo sangre, una fotografía saturada, David Bowie de fondo, y la joven judía pintándose en la cara las marcas de guerra. Inmediatamente después, y con un genial plano cenital, Tarantino nos guía por su pequeño cine hasta que llegamos al recibidor, donde la alta cúpula nazi se prepara para la que será su última noche con vida.
6. Jules perdona la vida a Pumpkin y Honeybunny (Pulp Fiction)
Para no desentonar con el resto de escenas antológicas que nos deparó Pulp Fiction, Tarantino cierra su obra maestra con una genial escena en la que vemos la nueva versión de Jules, más paciente, pacífico, y esforzándose mucho por convertirse en el pastor. El propio Jackson, Travolta, y especialmente Amanda Plummer y Tim Roth le dan magia a una escena, que, cimentada sobre el guion de Tarantino, pone el broche de oro a una película que ha hecho historia.
5. El Sr. Rubio tortura al policía (Reservoir Dogs)
El primer avistamiento de lo que terminaría siendo Tarantino como autor: violencia, rock y muchísimo estilo. El Sr. Rubio de Reservoir Dogs se mueve despacio al ritmo de Stuck in the middle with you mientras un desafortunado policía espera su destino: que el demente atracador le rebane la oreja con su navaja (fuera de campo por las limitaciones de presupuesto) y le rocíe en gasolina para prenderle fuego. Una escena impactante que sentó las bases de lo que vendría después.
4. Out Of Time (Érase una vez en Hollywood)
Ver los carteles luminosos de la Los Ángeles de 1969 encenderse según se hace de noche, mientras suena Out of Time (Rolling Stones), y los personajes se preparan para el final, es uno de los momentos más mágicos y llenos de nostalgia de la filmografía de Tarantino. Se les acaba el tiempo, a todos: a Rick y Cliff, que después de esa noche se separarán; a Sharon Tate, a la que le aguarda un destino terrible; al Hollywood clásico, aquel que enamoró al director; y al propio Tarantino, que se siente fuera de lugar en una industria en caída libre. Esta secuencia es tan maravillosa como los veinticinco minutos que la siguen y las dos horas largas que la preceden.
3. Calvin Candie descubre el engaño (Django Desencadenado)
Lo que tiene de genial el crear un villano tan maravilloso como Calvin Candie, y que lo interprete un actor de la categoría de Leonardo DiCaprio, es que consigues momentos como este: un martillo, la calavera de un mayordomo, y una mano ensangrentada; todo durante una cena que se suponía que sellaría el acuerdo entre Schulz y Candie, y que gracias a la pericia de Stephen termina de forma inesperada. Una escena genial, que, es necesario decir, no habría sido lo mismo de no ser por la capacidad de improvisación de DiCaprio y de Kerry Washington.
2. The Five Point Palm Exploding Heart Technique (Kill Bill Vol. 2)
https://www.youtube.com/watch?v=VbDbOdKL9ZY
La odisea vengativa de Beatrix Kiddo había pasado por numerosos momentos de locura: la batalla multitudinaria que terminó con O´Ren reconociendo la calidad del arma de Hanzo, o el duelo con Elle Driver, pero a La Novia le faltaba un último paso para consumar su viaje y recuperar a su hija: acabar con Bill, su Maestro, su ex – pareja, su mayor enemigo. Finalmente, pese al despliegue físico y la sangre derramada, Beatrix termina derrotando a su némesis dándole cinco golpes en el corazón, y a Bill, resignado, no le queda otra que echarse a andar sabiendo que morirá antes de dar el quinto paso. Literalmente, Beatrix mata a su amado rompiéndole el corazón.
1. Mia y Vincent bailan twist (Pulp Fiction)
No es exagerado decir que estamos ante una de las escenas más míticas de la historia del cine. Vincent, un gángster recién llegado de Ámsterdam; Mia, la inclasificable esposa del jefe de Vincent. Ambos comparten una química brutal desde el primer momento que coinciden en pantalla, y una de las mejores muestras de ello es el genial baile que se marcan en el escenario del Jack Rabbit Slim’s a ritmo de Chuck Berry. Quién sabe qué habría pasado si Mia no hubiera encontrado la bolsita en el bolsillo de la gabardina.





















